Cuando yo sigo sin guía mi vida
 siempre volví a vivir en lo vivido,
 el silencio dulce que he compartido
 en impar reino, con la más querida.
Espectro desnuda en mi mano herida
 de secar llantos en rostro llovido.
 Tristemente paseo incomprendido
 mi existencia es, de una vida sufrida.
Otoño es él, aun sin libro de aurora,
 destino de ola se rompe en la roca,
 cual dulce labio que sangro su boca.
Los llantos de amantes en mi alma mora,
 son abriles muertas en poesía.
 Ver en algún libro, el poeta ansía.
Autor: Alcibíades Noceda Medina
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Destino son olas que se rompen en las rocas y vuelve a sumarse al mar cual dulce beso que sangra la boca...