Valentina Rodriguez

La amé.

La amé, de lejos pero la amé.

La amé loca y apasionadamente,

la amé con sus defectos,

con sus hermosos defectos, que la hacían

única e irrepetible,

pero también con sus cualidades;

en fin la amé,

amé todo de ella porque permanecían en ella 

y en nadie más.

                                                                   -Valentina Rodríguez