Isabel Anhara

EL CLAVEL  

 

 Daría mi vida entera

por el rojo de tu boca,

que ensueños me provoca

del clavel que brota en mí.

 

La vereda del camino

me mostró la hojarasca

de un mundo desconocido,

que da el amor por perdido

a fuerza de ingratitud.

 

Un mundo, en que la vida discurre

entre renglones torcidos,

deshojando al viento los latidos

de un corazón, que rezuma el deleite

de un paraíso otrora vivido.

 

Un mundo de fatuos dioses

que con paso recio avanzan,

hundiendo sus pies de barro,

por enarbolar el velo de su orgullo

bajo el hechizo de falsos hados.

 

¡No permitamos su tiranía!

El corazón de un poeta

no retrocede en la adversidad,

ni sucumbe en su agonía;

es metal forjado con cada herida.

 

Dibuja con trazos coloridos,

su vida pendiente de un hilo,

cual cometa empujado por el viento,

que se eleva al firmamento

sin echar la vista atrás.

 

Ya atisba un universo nuevo,

de nubes de algodón y carmesí;

radiante en sus altos vuelos,

donde se cumplan sus anhelos,

al ver tu boca sonreír.