GuillermoO

Sin nombre

 

Suelo escuchar las débiles sensaciones de los pájaros,

los tumultuosos átomos recorriendo espacios vacíos,

y el ruido de la tierra cuando se desvanece ante la ilusión de una tarde cualquiera.

Existo para ver la falta de un verano y la exigua sonrisa de un niño 

llorando el hastío.

Y la flor nacida del silencio en alguna conspiración nocturna.

Sí, la vida tiene dolorosos avatares:

miel y miedo por mitades hasta desolarse ella misma en una mirada que yo descubro,

doloroso,

al ser el más oculto de los hombres;

en la luz que me abandona cuando trazo el poema que también es pérdida

como mi lejana sangre.

Y en la soledad, ese pecado que nos hace trocar en alucinaciones

las viejas fotografías que miramos en nuestra memoria.

Lo que una vez vivió ahora es polvo. Viento infeliz entre cenizas.

 

G.C.

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