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MIS RISAS, MIS FLORES, MI FE

Me dejé llevar por mi inconsciente,

mas la cordura se llevó mi risa.

Impaciente se acercó mi felicidad, 

pero sólo llegó hasta el antejardín de mi ser,

el césped de mi desdicha estaba mojado

y ella andaba descalza.

La alocada alegría llegó de repente

y pisoteó aquel césped,

lo que provocó en mi una risa burlesca.

Mi resonante risa atrajo la esperanza,

qué comenzó una hermosa danza

sobre el húmedo pasto.

Con cada gracioso giro

brotaban botones,

que rápidamente se convertían

en hermosas y coloridas flores.

Volvió a mi alma el optimismo,

me di cuenta que en cada una de aquellas

estaba mi fe,

desde entonces no he dejado de regarlas

y heme aquí ahora,

con un jardín lleno de hermosas flores 

que enaltecen y bendicen mi existir

para regocijo y parabién 

de todo aquel que entra

en el entorno de mi empática alma.