Tienes la facultad de atarme sin cadenas,
De encerrarme sin condena,
 de matarme sin piedad. 
 
 Aun así te espero impaciente,
 que en los azares de la suerte, 
 te decidas a regresar.
 Aun recuerdo tu voz entrecortada 
 tu cabeza en mi almohada, 
 tus abrazos y tu mirar
 
 y hoy pareciera que has muerto, 
 eso me dice el silencio 
 y lo afirma mi soledad 
 
 Para hacer el amor,
Se necesitan ser dos,
Esto que siento tiene otro nombre.
Y si no decides volver,
Quisiera perder tu recuerdo,
 fundirlo con el horizonte.
 No añorar esos tiempos vividos, 
 seguir sin arrastrar duelo y olvido
 Vivir la  vida y dejarte tranquila.