nelida anderson parini

ATORMENTADOS.

A qué me hablas a mi tú de injusticia

con gesto de animal acorralado

y en lenguaje de angustias desbordado

acompañas la trágica noticia.

 

Tal vez hoy la ocasión se dio propicia

al verse tu coraje acobardado

y en mueca de dolor exacerbado

te impele a confesar dura sevicia.

 

Se me desgrana el alma en tus razones

al ver ese semblante dolorido,

manando en resentidas compulsiones

 

que transforman el rostro en afligido.

No requiere mi ser de explicaciones

sí lo que sientes tú ya lo he sufrido,

 

es tan simple sentirse comprendido

cuando van por la libre las pasiones,

me duelo al verte ahí tan compungido

 

tratando de drenar tus aflicciones,

pues sé que gime el ánimo abatido

y el corazón brota en contradicciones.

 

Te juro me conmuevo sin malicia

al saberte sufrir desconsolado.

Mas siéntete en mi pecho aquí amparado

libera al corazón de esa inmundicia.

 

Se me desgrana el alma sin codicia

sin mezquindad, sin silencio amañado...

Sé de ese pesar que te ha agobiado,

ese clamor por paz y por justicia...