César Hernández

Ay de ti

Ay, que me duele vivir,
que me atormenta querer.
Ay de mí que te anhelo tanto
como a una tarde libre de sol. 

Me desemboco en la idea
de juntar nuestros caminos.
Homogeneidad de sensaciones.
Mezcla de desvelos.

Ni el café bañado de noches.
Ni el té, infusión de verdades.
Ni tú, ni yo… ni nadie
puede comprender este silencio.

Ausencia de besos.
Falta de palabras.
Miedo, miedo y más puto miedo.

Ay de ti, amor de mis amores,
que me quitas las ganas de vivir,
y me das las de querer.