martha martinez velo

INGRATITUD

Hace tiempo ya,

encontré en el camino, moribunda,

con las alas y el alma encogida,

un ave con una gran herida.

La levanté en mis brazos,

la froté con lienzos y ungüento,

le di caricias, techo y alimento,

le enseñé pacientemente a volar,

a cuidarse del arma de los hombres,

porque a nadie amé jamás igual.

Y un día en que se convirtió

en ave poderosa, miró mi pequeñez,

ofendida creyó el mundo conquistar

se sintió cautiva en el hogar

alzó el vuelo y elevar la vi 

hasta el firmamento donde la perdí

como punto en el horizonte...

se quebró mi voz, se detuvo mi corazón

y aunque mucho la extrañaré

desde el fondo de mi alma le di su libertad.

MAVEL