Olivera Dayana

Mi excusa perfecta

Mi excusa perfecta para sonreír.

Y a la vez comprobar que me gusta sufrir.

Mi terreno secreto,

mi dulce jardín.

Una prueba de fuego,

imposible dormir.

Me llenas de absurdo

y es mejor así,

tal y como encuentro el mundo,

normal que quieras huir,

y que te quejes del humo,

que te refugies en mi,

que me lleves a lo oscuro

sin que pueda decidir.

Aliviando los caprichos

que otros tejieron en mi,

yo curando ese cinismo

que tú odias a morir.

Perfeccionando los vicios

sin que puedan destruir,

tú conmigo y yo contigo

tan simple como sentir.

Pintando y borrando mil muros

con tal de ser mi paladín,

yo me invento los apuros

que más te puedo pedir.

Sospecho de los diluvios,

ya no les puedo permitir,

murmuran poco futuro

a dos que quieren compartir,

compartir mil infortunios,

compartir un mes de abril,

convertir un dos por uno,

y no extrañar lo que fui.