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Atracción por lo fastuoso,
como una tormenta impetuosa,
yace en el suelo tan inmenso,
la basura inexistente como lo invisible en tus ojos,
y es tiempo como la fábrica de un buen tesoro,
tan brillante en tu mirada como el oro,
pero, no queda mas que sortilegio en el suelo,
donde pertenece la basura inexistente,
como la alborada mágica de deseos tenues,
en que la basura esta en el interior,
sino sabemos administrar nuestro exterior,
como una vasija llena de oropeles,
donde se disfraza la inocencia en pieles.
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