Mi Padre es el sendero que me guía
para que no se retuercen mis pasos
y no me desvíe de mi camino
ni me tropiece en la adversidad.
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Mi Padre vive la sencillez de la vida,
cultiva la humildad de su oficio,
aumenta la pericia de su experiencia artesanal
y cimienta la madurez de su existencia.
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Mi Padre caminó con pasos ligeros en su juventud
para labrar su futuro y el bienestar de su descendencia,
ahora mi Padre, en su vejez, camina con paso lento
contemplando su obra y el fruto de su tesonero trabajo.
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Mi Padre es de escasas letras;
sin embargo, constituye la escuela de mi vida,
es la página de oro que consulto a menudo
es la viviente enciclopedia ilustrativa del saber.
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Mi Padre fue un hombre prolífico en la vida
fue artífice de más de una docena de partos
y el sostén de todo un apostolado a su cargo
que se ha diseminado conforme los años con nuevos derroteros.
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Así es mi Padre, el hombre incansable,
el Hombre que es la sombra de una múltiple generación,
el Hombre que empieza imbatible a declinar su energía
y con la vista puesta en el Ser Supremo.
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¡ Loor a Tí . . . Hombre de bien !
que Dios te siga prosperando
para regalarnos tu presencia y bendición
todos tus hijos te llevamos dentro del corazón.
Jaime García Alvarez