Hugo Enrique

Tiempo

Minuto a minuto la vida sigue,
es algo irreversible  que acontece,
inevitablemente siempre nos persigue
hasta el momento en que uno enmudece.

 

No es algo que se sienta,
pero día a día se nota;
en lo fútil de las cosas,
en lo fugaz del cuerpo
y en el pasar de las personas.

 

Rotundamente no perdona nada que exista,
y cada que ejerce su voluntad
surge algo nuevo, sin que nada se repita.

 

Desde la salida del astro luminoso,
hasta la llegada del satélite nocturno.
A veces se le encuentra algo luctuoso,
y otras tantas; siempre taciturno.

 

Mas no es la tristeza su verdadera virtud,
porque de él la alegría renace,
cura heridas y lágrimas, provoca beatitud,
al inicio, al final, desde que uno nace.