(soneto blanco decasílabo)
La más puta de todas las putas
no le pone un valor pecuniario
a su práctico amor libertino,
su devengo es el mismo disfrute.
La más puta de todos los tiempos,
la ninfómana orate insaciable,
la que entrega su cuerpo sin tasa,
es doctora en humana lujuria.
A tal zorra no coges, ¡te coge
como el toro en el ruedo al torero!,
¡te revuelca y te estruja en la cama!
Como sádico ser arrepticio,
te desvirga y te rasga el prepucio,
te posee y te deja bien seco.
FZ