Amiga mía,
¿recuerdas qué
queríamos crecer?
Pobres ingenuas hemos de ser.
Sin saber,
Que de pronto
Todos nos aplastarían
Y sufríamos a más no poder.
¡Oh, basta por favor!
Exclamé de la decepción.
He de ser una cobarde,
Lo sé,
Porque ayer
me suicidé.