Nahidel

Hoy pasado.

Hoy he sabido ver la lluvia

pues cuando se escapó de las nubes

un anhelo nació de mí

un suspiro emergió de lo más profundo

de todo lo que he ocultado.

¿Cómo puedes ver la lluvia, suspiro,

y no alejarte?

Entonces su cuerpo etérero pareció tocar las gotas

como yo quise tocar el amor.

Comprendí acaso lo poco que me faltaba para ello

tal vez morir una muerte más, en el suspiro de las gotas

y escaparme, no como el cobarde, sino como la lluvia de las nubes

que son la tierra donde nació mi cuerpo.

Volver entonces allá, al lejano reino que es una mente

que se apodera de un cuerpo y lo ama.

Yo también, como las gotas y el suspiro

muero en el recuerdo de lo pasado.