Araceli Vellber

En tu piel.

 

En tu piel, soy un tatuaje de un beso marchito,

una lágrima, que se desliza sin querer caer al suelo,

el sexo incendiado, rescatado de la hoguera del invierno,

la esquina conversa en la geometría del beso.

En tu piel, tu piel, elige el deseo,

el naufragio de mis sueños,

lo efímero y lo eterno,

la orientación de mi cuerpo,

cuando nos coloca boca arriba,

y desayunamos, en tu pecho abierto.

En tu piel, no hay nada más allá de ella,

que cambie el color de mis pupilas,

como el otoño,

le cambia el color a los castaños.

En tu piel habita el ruido, el silencio

la seriedad de los muertos,

la sinceridad de los niños,

la necedad de los vivos,

y la honradez, de los buenos.

En tu piel, hay piel sobre piel,

que yo palmo, a palmo, recorro hasta llegar a los huesos.

En tu piel, no hay ocasión, para un error,

una equivocación, supone un camino hacia el abismo.

En tu piel habita, mi corazón abierto.