Abbyrowd

Sin él.

Era lunes, y no era capaz de ordenar mi cabeza y sacar aquella sensación de abandono fuera de mi. Desesperante. Decidí que un breve paseo quizás refrescaría el eje central de mis pensamientos, así que salí a la calle ignorando mi odio irracional al frío y la humedad. No tardó más de 5 minutos en comenzar a llover cuando decidí atajar cruzando aquel familiar parque y refugiarme en algún bar que oliera lo suficiente a café. Cuando quise darme cuenta ya había caído en la cuenta de que yo había estado ahí antes, caminando bajo la lluvia en aquel parque, solo que esta vez yo estaba con mis recuerdos pero sin él. Mis manos estaban vacías y mi corazón supurando melancolía, ya no era capaz de escuchar los latidos en su pecho porque… simplemente él, ya no estaba allí. Ahora era yo la que tenía que seguir andando sola, con los recuerdos sobre el corazón. No dejándome respirar.