rosamaritza

NOTAS DE VIDAS (raìces humanas, III)

 

Era tarde cuando ambos, emprendieron el regreso,

a lo lejos cual castillo de un cuento, se veìa claramante

iluminada la casa de vacaciones de su enamorado.

Ella le dice:- mi amor, ¿con quien vives allî?,

èl le responde: -mi amor, algùn dìa te llevarè y presentare

ante mi circulo familiar.

Paso la temporada vacacional, y llego el dìa de la triste despedida,

-mi amada Rosa, debo marchar, pero has de saber que he de regresar,

pensarè en ti, y en los momentos que hemos compartido, y la promesa

de regresar para llevarte conmigo.

Pasado algùn tiempo, Rosa se dirige con pasos lentos al puesto asistencial

mèdico, mas cercano al caserìo, de inmediato la ingresan, y en su dolor

de parto alcanza a escuchar, vienen dos y pierde el conocimiento.

Al despertar, todos los vecinos cerca de su cama,

Dorotea tiene en sus brazos a una de sus hijas, y dentro de un cesto

la otra llora con muchas ganas, le alcanzan a la niña, y su vecina

le dice: -que esperas Rosa, dale a la niña el pecho, acaso no ves

que llora de hambre, y ella con gran amor, calmo el llanto de su hija,

con leche tibia de su seno. Las niñas crecieron al lado de su madre,

y en la ausencia del padre, a quienes solo veían en temporadas

vacacionales, el cual brindaba apoyo econòmico, a Rosa y a sus hijas,

sin nunca llegar a cumplir aquella promesa, de presentarla ante su

circulo familiar. Pasando necesidades Rosa, ante el bajo presupuesto

del cual disponìa, que apenas alcanzaba para comprar el alimento

a sus hijas. Un buen dìa el padre de sus hijas le propone,

que se quede ella con una niña y el se lleva a la otra,

para criarla bajo el amparo de su familia.

Asì fue como a dos hermanas, que mucho se amaban

las separan en la niñez, para que luego el destino

las reuniera otra vez, ayudando una a la otra.

 

y la vida continua...