PETALOS DE NOCHE

Refugio...



                                                    Lejos-
Hay un pasaje sin camino,
donde el habito de arrodillarse
no solamente es cercano al pesimismo, 

quieta las nubes -caminas atropellando al viento-
                                persigues el aliento,
la lástima corroe de tus ojos miserables,
el eco de tu voz se fermenta de tus labios arrugados;
una sensación de odio y un encogimiento del silencio,
se apodera de la bestia que llevas dentro,
eres un animal invertébrado sin sentimientos,
estás desordenando tus pestañas,
el futuro es una mancha difusa en tu retina de fugas y viajes,
te has ido, padeces de ceguera y vuelves, [donde hemos terminado[

Cerca-
Hay un túnel sin pasillo,
donde la desgracia de mirarse
no solamente pesa en la distancia de quererse [desgarrador/amarse]

(Siempre, escribes con la desgracia/ poeta/ ventrílocuo del alma)
pedazo de carne
de oscuras pasiones,
de papeles estrujando las palabras,
llueven consonantes y vocales,
un silbido estridente desgarra la emisión de la garganta
que se refriega en la baranda elástica del destino,

quieres salir de las cuatro paredes,
y..., escuchar el vicio de los caídos,
la droga en el cielo,
el maná de los pobres,
donde te pones a soñar con las manos vacías,
enfrascando tu libertad
en ése sentido autista,
con la capacidad agobiada de la sangre
en un mensaje desnutrido y agonizante [pedir ayuda es un pretexto[
en el contexto donde se ha perdido el canal,
siendo la proyeción, una extensión de la sombra
y
la oscuridad, una traslación de los muertos[]

oscura noche, noche oscura,

en qué ataúd habrán encerrados a las luciérnagas,
qué claustro habrá secuestrado las mariposas
y ésas hadas que se mancharon de libros
en qué extracto de la memoria estará el hecho emocional
de perseguir una realidad tirada del puente,
donde la extremidad emocional colinda con un paso falso al abismo,

he estado detenido, esperando, a qué[ des el {ultimo paso]
me persigue el miedo -la vida-
me persigues [tú,]
me defiendo por la tercera persona,
es un albergue frío y tibio,
aquí pertenezco,
donde permanece el vacío, el silencio y el dolor ocupando toda la hoja pálida y enferma,

Se me agonizan las palabras, se muere el ánimo,
y sigo refugiado en la ilusión de vivir,

de vaivén a la frontera se desplazan las estrellas,
de lado a un costado, el vértice de la boca
desgasta la última palabra,
el aliento desgastado se vuelve premisa de un asesino,
se ha cometido un homicidio de mariposas,
las estrellas ya no brillaran como el día de mañana,
las luciérnagas vibran
y..., permanezco- encerrado- en mi- suicidio- onírico.-.-.