Oscar Perez

Formas de amor

Formas de amor

 

Sin pies ni cabeza, sin sentido,

ámame porque sí, como las olas

que en su juguera baten la playa y nos la dejan

vuelta arena y espuma, dorándose y cantando.

Que así te quiero yo, como el espacio

que enciende y que contrae sus galaxias,

sus ínfimos remilgos, sus miradas

de nadie pues no hay ojo en que quepa su infinito.

Ámame no más, como el cuchillo

que pela una naranja o corta un trozo

de carne para echarlo a la parrilla,

como el as de las cartas que no encuentro

y que marca la distancia entre el triunfar y el seguir pobre.

Ámame con amor, no quiero ni castillos,

son fríos, son oscuros, van llenos de plegarias,

no quiero ni cadalsos, me muero cada día,

¿para qué me he de colgar a un árbol si te tengo,

para qué me han de cortar la cabeza si, ya loco,

he venido y siempre voy frente a las horas de este mundo?

Ámame como yo, con simples estaciones

de trenes que se van por sobre el mar hacia tus ojos,

de andenes en que hay ya millones de esperanzas

y carros en que el pan ha de llegar a cada mesa.

Sólo así, de amor, yo creo que se vive,

yo creo que se muere, yo creo que se trata,

no hay otra libertad que la de aliarse a las mañanas

y por amor salir a repartir tantas manzanas por el mundo.

Si nadie quiere ya ni una migaja de estos sueños,

quedamos tú y yo para charlar de lo que viene,

si nadie sabe ya lo que pasó con la alegría,

quedamos tú y yo para forjar la risa propia.

Ámame como yo, que soy feliz de sólo amarte,

el resto ya vendrá, y será amor, lo sé y lo siento,

porque es tan sólo amor lo que ya vino

cuando hallé tus madrugadas en el sol que ardió en las mías.