Edmundo Rodriguez

Y LA LUNA EN CRECIENTE

Mis manos traviesas , se perdían en tu cabello , 

y luego se deslizaban por tus hombros , 

recorriendo tus brazos , que extendías , 

atrapando el vigor del hombre , que te abraza . 

 

 

 Y cierras los ojos , 

con la ternura del sentir , que nos acerca , 

y no nos deja partir , sin antes ,

haber subido a entregarle una flor a la luna . 

 

Y esta enamorada , con nuestro encuentro , 

va construyendo en lo más árido , un jardín 

con nuestro amor , que ha sabido fertilizárla . 

 

Y hoy exclama , venid que con vuestro amor , 

los ríos dormidos  de mi rostro , volverán 

a correr , dejando más vida en su recorrido . 

 

Y nosotros felices , no dejamos 

de entregarnos besos , porque además , 

de embellecer nuestros cuerpos , 

embellecen a , nuestra creciente luna .