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La soledad.

 

 

Es adictiva la soledad…

Ha pasado un tiempo en que el descanso, si lo podemos llamar así, forma parte de mi entorno… Y puedo pensar y analizar con detenimiento, el movimiento rutinario de esta vida que nos ha tocado.

Recuerdo mi vida infante, en un pueblo al nororiente en la montaña, rodeado de animales domésticos, casi mascotas; digo casi porque pasado algún tiempo las gallinas y los patos, cerdos, vacas y palomas, formaban parte alimenticia de ese pueblo saludable.

El agua brotaba de una platanera, o donde crecía una mata de guadua; el aire limpio nos llenaban los pulmones; Temor de Dios y respeto a sus leyes, por lo tanto amábamos al prójimo, todo era para todos con amor sincero.

Hoy; ya mayorcito caminante ducho, víctima de engaños y de sinsabores, de enfrentarme a las trampas y pagar mis errores, aprendo que el prójimo no se ama entre sí. De las experiencias y de informaciones, todos los que aprenden quieren imponerse; no ayudan al otro, más bien lo desprecian, si les es posible abusan de él. Que sea el que produzca. “Yo tengo el secreto y no lo comparto” pa’ que sea mi esclavo; mientras que lo ocupo, dispongo del tiempo para que su hembra, si está organizado, me de sus favores sin que él lo sospeche.

Todos se dan cuenta de lo que sucede, menos él, que cree que todo es derecho. Y hay muchas empresas, y hay muchos obreros que engrosan las filas buscando una forma de supervivencia.

Es la corrupción que dañó la gente; para hoy acceder a cualquier trabajo, tienes que pagarle a alguien porcentajes; los costos reales de cualquier empresa son la gran mentira, los que han contratado la mano de obra, inflan como bombas los costos reales, se embolsillan siempre dos veces más costos.

Un secreto a gritos, todos lo sabemos, pero si hay denuncias somos los primeros afectados, porque en un servicio que se necesite, estamos marcados y en red para ser discriminados, acusados, condenados, repudiados por nuestros mismos amigos, vecinos y hermanos.

Este es el sistema que hoy nos gobierna, y lo conocemos. Cuando hemos logrado por algún motivo ser independientes y mirar de lejos; todas las personas que hay en mi sendero son los referentes de mí caminar, y ocupan un sitio que ha de obstaculizar mi diario luchar.

Muchas veces quiero mejor estar solo.