sandor

Dolores que no duelen

 

Hoy me duelen los huesos
de quererte.
Amanecí con esa sensación
de verte pronto
y la sangre transmite
la proximidad de una
caricia lenta
del sabor de tus labios
que imantan 
a mi piel de la ternura
y el deseo 
de pegarme a tu cuerpo
sin fisuras.

Hoy me duelen los huesos
de soñarte dormida
y quedarme en silencio
contemplando ese rostro
y el olor que al respirarte
me deja suspendido
en ese cielo
que llenas de poesía
ese espacio 
de mí
que ahora 
tu habitas.

Hoy me duele de amor
cada segundo
en que te pienso.
Hoy cada dolor
es un milagro
que se adentra con la mayor dulzura
en cada movimiento
hacia mañana.

Es un dolor
sin que me duela
nada.
Solo es el dolor 
de contar el tiempo
que aún me queda
para saber de nuevo
como la vida nace
contigo
en cada encuentro.