Jesus Alejandro Reina

Un ovillejo para ti... Aunque no lo leas nunca

¿Quién escucha mis clamores?

 amores…

¿Por qué así? ¿Juegas  conmigo?

¡Castigo!

Pero ¿Qué me ata a  tu cruz?

Tu luz…

 

Tú, que calmas  mis dolores,

mi  dulce  ángel terrenal.

Mi   pecado capital,

mi Luz, castigo y amores.

 

Mas, ¿Cómo calmo este frío?

¡Estío!

¿Si no siento tu calor?

Tu olor

¿Y si de mí estás muy lejos?

Consejos

 

Respuesta que más ansío

Y que nunca ha de existir,

y mi alma no ha de  seguir

consejos, olor o estío.