Nahidel

Ainia.

En las hojas del eucalipto

la luna se refleja, 

a través de su forma, su cuerpo

sombra de la noche en la noche

sobre las nubes,

la cuna anhelada.

Si yo fuera cuerpo muerto,

acaso esto me sería reflejo del sueño.

He tenido la fortuna de ver caer las hojas.

Ver el viento acariciarlas como a la mariposa

que se hace polvo con ellas.