Jesus Alejandro Reina

Se escribe pueblo y se pronuncia tumba

No he vivido lo suficiente para acribillar de filosofía

las tumbas en un número de farándula,

ni he ardido junto a mi familia.

Nunca he visto a los cedros de occidente

regar balines sobre las legiones de  tulipanes

mientras la verdad espera algún día ser cierta.

 

He jugado sobre el  hormigón

de una acera hirviendo,

he visto lo que el poder reza al diablo.

Conozco las tinieblas rojas y las luces tibias,

he vivido en un tropel de nudillos, gritando supervivencia;

he visto un bufón humillarme,

he visto un cartel en la asamblea.

 

Los huesos juegan ruleta rusa,

y los corpúsculos a los mutantes.

A caso ¿Las armas se comen?

¿ A caso de muertos sanamos?

En una danza de burocracia el infierno se aúna.

Y el holocausto  su pasaporte.

 

 

No he vivido lo suficiente para acribillar de filosofía

las amargas fronteras  de otro éter

o los tristes acentos de un extraño bunker;

donde la circunstancia vive

 quince criptas bajo la historia.