Maria L

Perpetuidad

Te vi venir

traías la muerte

entre las manos,

te saludé como pude

traías también

la muerte sobre los labios;

y nos quedamos así

callados y apartados

vos con los ojos amantes,

temeroso de tocarme,

y yo con ganas de

meterme en tu boca

y luchar lengua a lengua

por tu vida y nuestro cuerpo.

Quitarse las manos

en favor de otras manos

inclinar una palabra sobre otra

para salvar labio verbo y beso,

dícese del amor que no sabrá

de la palabra muerte

ni del sabor a espanto.