Araceli Vellber

Honradez, donde quede.

Creo

que la honradez

hay que buscarla entre las mentiras

que la honradez, no es amor de cercanía

que lo honesto de mis besos

está en mis labios,

el resto es pura fantasía,

ilusión, en las manos

del mago de la madrugada,

que anda suelto por las esquinas

y en mi curso de melancolía

suspendí la asignatura

y mi profesor,

sale y entra del mar, cada mañana.

Creo que mi dolor de cabeza,

es para la aspirina

y el dolor de mi corazón

es cosa tuya.

La sinceridad, se ha vuelto mentira

y la mentira anda dando vueltas todavía.

Al final me detendrá la policía

por abusar de las mentiras

o por besar, cuando no debía.

En todo caso

pide prestada la llave al carcelero, a cambio de un beso,

para salvarme de esta travesía.

 

2.