Bardo

Soñaba que te tenía

Sucedió al rayar el alba

Nunca olvidaré aquel día;

Yo entregado en cuerpo y alma,

Soñaba que te tenía.

 

Mi emoción fue la culpable

Tú, yo, y un sofá el testigo

La pasión casi palpable

Y un saxofón nuestro amigo.

 

Tu débil gemir se oía

Estruendosamente suave

Yo al tiempo redargüía

Pidiendo que no se acabe.

 

El umbral de lo indecible

Con nuestros labios cruzamos,

Yo quise, mas increíble

Tú y yo nunca nos besamos.

 

Embriagado de tu esencia

Por tus curvas conducía

Y aunque perdí la licencia

\'\'No importa, sigue\'\', decías.

 

En un mar de sentimientos

Navegamos sin destino

Amor por los cuatro vientos;

Rojo, intenso como el vino.

 

Fue en los atrios de Morfeo

Mis sueños cobraron vida

Allí, libre y sin rodeos

Nuestras almas confundidas.

 

Soñaba que te tenía

Sólo en mi mente verdad;

Soy tuyo, tú no eres mía,

Es mi triste realidad.