liborio cantillo

XXV

 

¡Oh mujer divina  y hechicera,

Dame a beber el néctar de tus besos!

No me los niegues trémula quimera

No deseches mis ansias ni mis ruegos.

 

Desnuda ante mis ojos te contemplo,

Pareces una diosa de mármol diamantino,

Erigir de tu recuerdo quiero un templo

Donde yo te adorare mi ser divino.

 

Si, amada mía te contemplo

Y en tu casta desnudez admiro

Tus blancas formas talladas en zafiro,

 

Pero dame amor las mieles  de tu boca

Que al sentirme sediento en mi agonía

unir tu vida quisiera con la mia.