Ailed Valencia

Hola

Hola (...)

No dudes cuando yo llegue

que de tu saludo renaceré con mil sonrisas.

El equilibrio de los encuentros

son el cruce del polvo que llevan dos brisas

Renacer por aprender a ser humano

entendida la humanidad como la calidez del saludo

de aquel \'animal político\' con naturaleza social

-aristotélica revelión de imposibilidad de individualismo-

El ser es andante y sin mayor logro

sabe tener las manos en los bolsillos,

andar por esa calle que se llama espera

buscando huellas, encontrar vida.

Quizás, si tú prefieres te daré vida

que la vida no es vida si no comienza en otra

como la oscilación de dos péndulos

cuando el fin de uno quiebra la paz ajena

¿No es sino la desesperante espera

la amante que no avisa su salida?

El fin de la más fiel compañera

¡Es un \"hola\" casual que electrifica!

un grito sordo que te pone en manifiesto

Y el escenario que cambia...

La espera que no está: El quiebre de la paz.

Como si la llegada fuese un punto de partida

donde no hay costo o ventaja de andar

el fin en sí mismo es el encuentro

¡Es un \"hola\" casual que electrifica!

La percusión que introduce melodía

El desastre del silencio,

el suicidio de la sola y fría brisa

La posibilidad de individualismo en compañía

El encuentro cálido...

¡Es un\"hola\" casual que electrifica!

Y se avecina.