Virginia de Albán

LIBERTAD DE SOÑARTE...

 

¡Desnuda fluyo inexplicable

sobre la roca secreta de tu silencio!

¿Cómo crece la penumbra entre los dos?

¿Cómo cae la noche

hacia otra noche y hacia otra…?

Fruta lustral invocándote,

toda lámpara del deseo

que no duerme,

porque lucha solitaria

contra la sombra.

 

¿En dónde comienzan

 los sonetos plurales de tus manos?

¿En dónde comienza

 el silencio devorado de tu cuerpo?

¿En dónde culminas tú,

 y en dónde culmino yo,

noche tras noche

y más allá del sueño?

 

Nuestra sed vaga perdida

en la madrugada,

 en cada espera,

y en cada latido,

y en cada secreto.

Amotinados los dos

entre los laberintos

cumplidos del silencio.

 

Amor…

¡Cómo inventarnos

como un frutal que cae,

 insondable y ceñido

brisa a brisa

sobre mi cuerpo y sobre tu cuerpo!

 

Dame esta noche,

toda esta noche 

libertad de soñarte.