Serendipia

enero, 6.

Estaba todo claro.
Todo decidido.
Todo realizado.
No había más que hacer, ni más que decir.

Decidiste dejarme,
abandonarme,
no sentirme,
asfixiarme.

Y yo decidí extrañarte,
esperarte,
quererte,
añorarte.

Vaya vida la mía.
Vaya vida la de aquel.
Vaya desafío fue amarte.
Vaya desafío que quieras volver.