Pablo Diaz

Sombras de Penas

Sombras de Penas

Tenía maría escondido

 Cuatro pares de pecados.

Con dos saciaba su hambre

 Y los otros los vendía.

 

Cuatro penas que  Maria

buscó afanosamente.

 Dos que pesan en su

espalda y las otras en

su frente.

 

Cuatro llantos de Maria.

 Cuatro llantos bien contados.

 Dos brillaron en sus ojos

y los otros en dos de al lado.

 

Una sola carcajada; la

 que se le oyó a Maria.

 Reía con tantas ganas

Ocultando que moría.

 

Dímelo tú atardecer:

¿Por qué le traes, a Maria,

la noche con tanta prisa

si ella vive felizmente

un perpetuo medio día…

rascándose el pensamiento

con la yema de su vida?

 

PABEDIZ