CARLOS ALBERTO BADARACCO

LA ENVIDIA SOCARRONA Y CARROÑERA

 

Se la ha visto ufana, arrogante, presuntuosa
Se la ha visto ciega, de odio, de pasión.
Se la ha visto llena de ira, de resentimiento,
de preocupación excesiva por el “otro”
Se la sigue viendo, como si fuera muriendo,
triste, depresiva, afligida, melancólica,
como perdida en el tiempo, poseída, desvalida.
Es casual verla, jubilosa, gozosa, pletórica.
Palabras, gestos o actos, denotan tristeza
por un amor, amor, perdido en el tiempo,
distante, apartado, remoto, pero presente,
siempre presente, que clava mordaz, áspera
y picante garras de dolor incontenible.
Murmurante y crítica con actitud maligna,
Unce con garras filosas y daña cual ave carroñera
o bestia semejante, segura de causar detrimento,
perjuicio, menoscabo, dolor o molestia.
Es así cuando desea algo que no se posee,
que no puede poseer porque no tiene facultad para ello.
Su vida ha perdido sentido, se ha cobrado venganza,
por su crueldad infinita, maldadosa, injuriosa.
No cabe en ella sino la derrota y la humillación
que no denota porque el odio la consume, la ciega.
El amor, amor verdadero, sólo es fruto duradero
cuando la humildad te anima, te propone, te incita,
te subyuga y encamina hacia una felicidad creciente.
Sólo así te destruirán, cuando el amor,
verdadero te proclame triunfante
y superior a tu propia valía.

CARLOS A. BADARACCO
13/12/08
(REGISTRO DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL N° 779760)