liborio cantillo

XXIII

Eterna vaguedad, sueño profundo,

Éxtasis inmortal, placer divino,

Yo bebo tu esencia cual soberbio vino

Y en tus ámbitos secretos me confundo.

 

Ando en ti solitario y errabundo

Con coraza de acero desafío al mundo,

De tus goces terrenos, ya no imploro

Ni tus males vida, ya no lloro.

 

Voy sereno combatiendo al sino

Y ya no llamo al tiempo mi asesino,

el tiempo para mi es fugaz quimera

que nace y muere como flor en primavera.