aprendiz de poeta

VOLVIMOS A SER FELICES.

Estaba mirando, como se ponía el sol tras la montaña,
estaba en ti pensando, dibujándote en las nubes, imaginando,
estaba casi llorando añorando los momentos que atrás se
habían quedado, un pasado que no olvidaba, algo hermoso
que en mi retina y mente se habían quedado.
Sin imaginar que tú también me extrañabas y que pronto te
sentiría de nuevo a mi lado, cerré mis ojos y fue como despertar,
como abrirlos a un hermoso sueño; Sentí tus manos en mi cintura
y en mi rostro tus labios de fuego, me dijiste, \"Hola Querida\" que
lindo verte de nuevo. Mi corazón comenzó a latir acelerado, mis
ojos no daban crédito a lo que veían, y mis oídos no creían lo que
escuchaban. Nos fundimos en un abrazo interminable, lleno de
nostalgia y de recuerdos, deseaba tanto volver a ver tu piel
morena, y entre lágrimas y risas, nos dimos un beso dulce,largo,
y apasionado... Entre tantos sueños rotos, promesa incumplidas
metas no alcanzadas, juraste no volver a fallarme y nuevamente
nos besamos.
Tu boca endulzó la mía, chorreó la miel de nuestros labios, y entre
besos y caricias decidimos recuperar el tiempo perdido y en mutuo
acuerdo nos entregamos. Tus labios no se hicieron esperar,
recorrieron mis manos, mis hombros, mis brazos, se asentaron en
mi cuello por largo rato y al notar mi excitación, suavemente bajaron...
La ruta a seguir eran mis pechos, mi vientre enardecido, la fruta
madura que en mi cuerpo se había dormido, después, invitarme hasta
mi tálamo, donde muchas noches te soñé, te desee y apacigüe mis
acaloradas ganas de ti...Mi cuerpo comenzó a vibrar, el tuyo lo invitó
a hacerlo, con una mano acariciabas mis senos, con la otra me
exploraba hasta lo más interno...Tus dedos curiosos y con esmero,
acariciar osaron mi intimidad, se dedicaron a hacerme disfrutar de la
sopa liviana antes de darme el plato fuerte...Con voz trémula te pedí
que no esperaras, quería ser tuya, ya bastante había esperado...Con
mis senos estrujados y con mi intimidad a punto de explosar, te volví
a pedir, a rogar, que me hicieras tuya, de tu virilidad quería disfrutar,
pero seguiste ahí, donde está mi volcán, ya bajaba la lava, la miel como
un torrente, como un caudal...Los gemidos no se hicieron esperar,
repetí tu nombre y tus labios me hicieron callar... Tu mirada me
volviste a dedicar, esta vez la acompañó tu hombría la que entre
mis piernas se quiso quedar...
Fue tan maravilloso volver a sentirte entrar,
apoderándote de mi vientre, de mi carne, de mi intimidad...
Con estocadas firmes me hiciste alucinar, con movimientos dulces
me embriagaste de tu manjar, salías y entrabas con total libertad...
Después de un largo rato de hacerme disfrutar, vertiste tu esencia
en mi cuerpo y de un placer indescriptible me hiciste gozar.
Volvimos a mirarnos, volvimos a besarnos, volvimos a abrazarnos,
y ambos supimos, lo mucho que nos extrañamos.

Mónica.
Ruth Mónica Muñoz R
Derechos de autor

Chile.