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Los motines de blancas nubes,
hacen que en cada ser se refleje su luz,
seguro, no es de ayer,
lo que se calma y en la espera superficial,
de algún ser que quiere reclamar su delirio,
seguro, no es de ayer,
es de hoy los hilos de supervivencia natural,
cuando se aflojan las cadenas atadas,
por las cuales se sujetan a un pasado,
por donde la libertad o el horro,
se declaman en un momento,
y no borra el ayer el pretérito,
sino que se aman los afortunados,
cuando llega la luna a mirar desde arriba,
porque seguro, no es de ayer,
cuando se amó intensamente,
sino que se refleja más amorosamente,
el pasado en la espera de algún desastre en la vida,
que te enseñe a vivir de nuevo,
seguro, no es de ayer,
lo que se vive hoy,
cuando las horas no pasan en vano,
sino que se vive a tiempo completo,
con la desventura del ayer,
que queda como huella inmóvil e intacta,
en la vida de un pasaje o de un pasajero,
que en el ayer no borra,
porque solo cumple con lo establecido,
en las mentes que tajan el ayer por seguro.
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