Despierto al resplandor de la montaña
que ruge con el viento huracanado,
las trizas carbonadas van llegando,
la muerte va creciendo en las chaparras.
Espanto de animales en bandada
buscando su refugio soterrado,
horror que permanece agazapado
volviendo en el verano con más saña.
¡Muerte, desolación, ruina demente!
Llanto entre los vecinos, viendo el mundo
hundirse en la miseria deprimente.
¿Intención? ¿Negligencia de hombre rudo?
¿O ya, el único bruto que inconsciente,
destruye su planeta y su futuro?
Cecilio Navarro 09/08/2015
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Comentario:
Todos los años nos sorprenden con horror los incendios forestales. Según estudios realizados, sólo el 10% se producen por efectos naturales, el 90% tiene la ayuda inconfundible de la mano del hombre.