\"Creo que para su mala suerte,/ en la mente de un suicida/ no hay un concepto claro de la muerte/ ni hubo nunca uno de la vida\".
Al decidir convertirte en suicida
 no permites que la razón decida,
 es dejar que la estupidez mande.
 No te convence ninguna palabra
 y el amor por la vida en tu alma
 no es el sentimiento más grande.
 
 Cuando te refugias en la muerte
 eso no es valorarte... ni quererte,
 es decisión que te hace cobarde.
 Cometemos errores por afligirnos
 y ya después para arrepentirnos
 se nos habrá hecho muy tarde.
 
 Un don maravilloso es la vida,
 no la demos nunca por perdida,
 siempre habrá mejores caminos.
 Cuando con esperanza se vive,
 con verdadero amor se escribe
 lo más bello de tantos destinos.
 
 A veces crees que no hay salida,
 que se te complica tanto tu vida
 y las penas te parecen eternas.
 Es justo ahí cuando debes saber,
 que a todo le darás razón de ser
 cuando saques fuerzas internas.
 
 La solución siempre estará en ti,
 Dale la cara a la vida, dile que sí,
 enfrentarás mejor los problemas.
 Habrá nuevas y bellas emociones
 dulces como letra de canciones,
 …o como el mejor de los poemas.
 
 La vida es llanto, también sonrisa,
 no tienes por qué vivir con prisa
 ni antes de tiempo querer darle fin.
 Las flores dan ejemplos constantes,
 no quieras que se marchite antes
 la flor más preciosa de tu jardín.
 
 Si estás vivo eso lo tienes que sentir,
 alguna misión has venido a cumplir
 y ya marcharte sólo cuando te toque.
 No creas que es porque te lo diga yo,
 pero la vida es don que Dios nos dio,
 no para dejarla cuando nos provoque.
 
 Si tenemos el don de vivir... vivamos,
 lo que nos dure nunca lo decidamos,
 no fue para eso que Dios la concedió.
 Si la luz de la razón no te abandona,
 no actúes ya como aquella persona
 que incluso para morir se equivocó.
Original de Álvaro Márquez
 Caracas, Venezuela
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 Publicado el 9/8/2015
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