Nicolas Ramos Lopez

“La Flor del Barrio...”

“La Flor del Barrio...”                                            

 

 Era la flor del barrio, el verbo en toda

la extensión de la palabra, todos la querían,

todos la amaban, por ser tan bella,

tan sincera, la rosa que todos deseaban,

pureza de pies a cabeza, corazón y alma

 

 Al pasar por las calles, su pelo alborotaba

el viento causaba su efecto, con él jugaba

tenía el barrio revuelto, su perfume calaba,

era la mujer perfecta, todos se le declaraban

ella solo reía, todo le daba gracia

 

Alegraba las mañanas, con su dulzura

al hablarnos, era la más codiciada,

su sonrisa y virtudes, quien se le acercara

el alma cautivaba, pura primavera

refrescando las miradas

 

Nos ponía ausente, al mirar como caminaba

su escultura, su marcha, gastaba las miradas

era criolla mi la tierra, querida y respetada

amada en silencio, por muchos en la cuadra

cómo no se ha de amar, a la niña de pasión y llamas

 

Un día como el viento, tomo fuerza, se dio aliento

y marchó de su casa, los hombres, los pensamientos

se martirizan, se espantan, no hemos podido aceptar

entre amigos, nos tocó la añoranza,

que haya abandonado las cosa que más la atan

 

Se ha marchado, ha abierto sus alas, la costumbre

hace el reflejo, cada día buscamos su estampa,

solo un silencio, y las miradas, buscando entre si

la flor que nos alegraba el alma, la silueta perfecta

de la niña que todos extrañan

 

Ha dejado triste el ambiente, las noches ya no son claras

nos ha robado las almas, nuestra risa a carcajadas,

que en las calles se vivía, cuando piropos lanzaban

nadie sabe a dónde ha ido, nadie sabes lo que pasa,

algunos murmuran que el destino, la llevo por otras aguas,

 

Que hacia el norte tomo rumbo, abrazando una esperanza

que se jugaba el todo, por el todo, encima de una balsa

en su cara llevaba el reflejo, la tristeza la atrapaba

enjuagaba con lágrimas sus ojos, pedía a la virgen santa

para llegar con vida, a la tierra anhelada

 

Todos en el barrio, rezamos en silencio, pedimos

por su alma, al Dios que esta los cielos,

para que la proteja y ampare en su travesía

en las aguas, a la Virgen del Cobre, que cuide

de su hija cubana

 

Una oración en silencio, pero a gritos del alma

que proteja a los que el desespero obligan a estas andanzas

por todos los cubanos, que se arriesgan a cruzar esa franja

sin pensar en el peligro, y el sufrimiento que a otros causan

buscando sólo el deseo, de sentirse libres, del yugo que los ata