luis augusto romantico

Pasional

Porque doradas son tus trenzas, como el oro,

Mis ojos, mujer, te acechan,

Pues rubio es el color del penacho,

Que viste el sol,

Y como lluvia dorada,

Entre mis brazos se quiebra!

Tu rubio fulgor es previa gala,

Con que el poeta su verso ensaya,

Mientras una perpetua sonrisa,

A tus pequeños labios llega y encalla,

Y tus ojos ostentan riquezas,

Como si dardos arrojaran al andar,

Los iris de tus pupilas

En donde percibo el sueño

Que mis ojos empiezan a soñar!

Es tu boca temprana,

Rosa entre escarchadas mieles almidonadas,

En que mis ojos al sueño escapan,

Asintiendo el sensual azote,

de tus besos en mi almohada!

Mientras tanto,

Sé que no te contentas,

Porque del cristal preciado,

Es tu sonrisa,

Que en un llanto se quiebra.

Pues no desencantes mi calma,

Que apega a tu mirar,

Todo el bravío de mi alma.

Parece, que a dó caminas,

El cielo conspirando ternura,

Sobre ti se derrama,

Y en broches de ferviente llama,

Entre doradas nubes,

Como abanicos gigantes,

Se entreabre la mañana.

En tu delicada piel,

Cuyo paño de virginal seda,

El día corona,

De amplias alegrías,

El canto de las alondras.

Mientras tanto,

Sé que no te contentas,

Porque del cristal preciado,

Es tu sonrisa,

Que en un llanto se quiebra.

Pues no desencantes mi calma,

Que apega a tu mirar,

Todo el bravío de mi alma

Entre en jubilo señoreo,

Que imparten sobre mí tus ojos,

Hay un misterio,

Que a descubrir no alcanzo,

Cual ha de ser aquella magia de aquellos sollozos?...

Porque doradas son tus trenzas, como el oro,

Mis ojos, mujer, te acechan,

Tal vez, si negras o castañas fueran,

Para mí en el mundo…

Ya no habría primaveras!!!

 

Luis Augusto 2014-09-11