Blanca Tarde Gris

NUESTRA PRIMERA VEZ

 

Un abrazo ha bastado para darte
el amor que hace tiempo te profeso,
eres calma, guerra, paz y fuego,
los contrastes que han llegado hasta mi lecho;
alta nube que acaricia los deseos,
un abrigo de calor en mi verano,
viento suave entre las sombras de los cuerpos,
lluvia y nieve conjugada en tanto beso,
ese anhelo viejo, consumado sin silencio...

 

Y te llevo ya tatuado en mis delirios,
eres huella que ahora viaja en mi camino,
luces blancas, soles nuevos
que aparecen por las lunas de mis sueños,
los poemas que se postran en los ojos
del amor que te he entregado siempre eterno.