COMO ALMA QUE LLEVA EL DIABLO
Todo aquel bebé que nace puro e inocente
despierta ternura cuando lo vé la gente...
Algunos, en buenas personas se convierten
y en muy bellas acciones, sus vidas, invierten.
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Más, muchos otros, al Diablo su alma la venden,
por alto o bajo precio, y eso ellos no entienden,
que cuando el Infierno se encuentra en esa oferta,
el alma vendida no vive, ya está muerta.
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Que si remate de almas hay en el Infierno,
por un buen pasar pierdo un buen futuro eterno,
pues yo cambio en éxitos, más mil y un favores,
por certeza de obtener tormentos peores.
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Quizás pueda, en función de la oferta y demanda,
llamar la atención a quien el Cosmos comanda...
El Cielo una oferta podría mejorar,
y ya mis servicios, podría contratar.
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Los corruptos políticos que nos dirigen,
que nos ordenan, nos mandan, que nos corrigen;
nacieron buenos niños, celestial regalo,
y por maldito contrato, se hicieron malos.
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Dime entonces, cuál es tu precio, cuál tu anhelo,
que pueda tratar que contraten tu alma al Cielo,
aunque por un interés (no importa el vocablo),
lo que importa... ¡es que no le vendas tu alma al Diablo!
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Eduardo Faucheux
31-07-2015