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Recuerdos borrosos

Una tarde tranquila, desde la banca de un olvidado parque comencé a imaginarme a una pareja que todas las noches lluviosas (de esas con tintes de melancolía) salían a pasear por las calles solitarias abrazados. O en las tardes tranquilas tomaban café en una pequeña plaza, escuchando a unos viejos jazzistas, mientras leían un libro. De esas parejas de no poseer grandes riquezas, ya que eran muy jóvenes, les bastaba su amor, tan grande, que al terminar comenzó una vida. Hasta que mi mente, rompiendo mi ilusión, me recordó como una persona puede convertirse en un recuerdo borroso, así que amé ese recuerdo.