Tabata Rangel

Las personas más triste, también son las más felices

Todo el mundo cree que por ser una pequeña niña, tengo que ser feliz y siempre sonreír. Pero ya me canse de siempre sonreír, por que parezca o no también duele.

Porque, duele ver la vida pasar y tú no haces nada y no puedes hacer nada, solo quedarte en una silla, mirando a los otros más jugando, corriendo y riendo.

Es difícil solo poder estar sentada deseando poder siquiera gatear, pero es imposible si desde que tienes memoria no puedes caminar, y a la edad el doctor dice que no tienes cura y que nunca podrás tener una.

Y con el tiempo y los años aprendes a superarlo y a ser feliz así, para siempre.