Nhylath

Y... no estabas tú

Sentada en cómoda butaca,

observo a través del ventanal,

caer copiosa lluvia

rociando grandes gotas

a mi hermoso jardín

 

Y bajo esa torva,

se confunden en mi rostro

torrentes lágrimas

por tu ausencia, amado Martín,

susurrando mi sentir

que ya no puedes escuchar:

\'\'Que hermosa mañana lluviosa,

como en otrora,  amaneceres andinos,

temblando  de frío...

buscando el calor de tu cuerpo

para disfrutar de tu cálido roce\'\'

 

Nhylath

(CIV-2015-0141137-03007-11)