liborio cantillo

XXVI

Es el hondo penar que en mi se encierra

Lo que hace que cambie mi existencia,

es tan grande el dolor que sin clemencia

Lacera esta herida que no cierra.

 

No sé por qué yo te amo tanto,

Sabiendo que de  mí no has de ser nunca,

Has dejado mi esperanza siempre trunca

Y al corazón sumido en el quebranto.

 

¡Más sé que mi dolor no será eterno ¡

Cuando zarpe a lejanos horizontes

Buscando la senda de mi sino,

 

Evocare como mágicos destellos

El brillo de tus ojos tan divinos,

Y el eco de tu voz al despedirnos.