santos castro checa

Epístola en San Francisco

 

Epístola en San Francisco

San Francisco ...

suerte crasa en el vacío y el fracaso,
besos prohibidos en Mustang o Cadillac, los sueños, las mentiras;
sueños y pretextos de un consorte, 
embriaguez nocturna el vino amargo de la suerte...

¡Poemas muertos tú y yo! ¡Tu y yo amores muertos!

Tabaco, nevera, cognag, heladas de labios ácidos, sin café.
Huesos muertos entre copa helada y el diván, ya no sé.
Tal vez se amen piernas sin amores y sin erección de sexos, 
y bragas rosas ante los sexos muertos, impenetrables;
velorios de las vírgenes y de los infames glandes;
mas, los demonios dancen en la noche eróticas danzas
ante el odio de los fríos sexos de los amantes en desvelo rancio, 
de aquellos lúgubres jadeantes en los lechos, los maldecidos besos...

¡Ahoguense en la infame risa, 
en lo agridulce de un beso parco,
en la tertulia de los amantes santos!

Amada mia:
Infeliz quizá dormiten en abril tus sueños,
soñares dolores en el hilo delgado de la muerte y los pesares,
nocturnos besos, nocturnos sexos muertos griten, se deslicen
orgasmos muertos en sábanas de blanca blonda humedecida,
asados muertos en el buró sin sangre de mi carne entre escombros,
cenizas que el viento arrastre y la mar sepulte a los soñares,
ya de día, ya en la noche...

Amor, amor ¡Nunca verás! ¡Nunca!
un teclado, una pantalla y de pronto ¡salvaje!
de unos labios las estrías y de unos pubis negros la parálisis,
medio bestias, medio humanos...

¡Nunca! ¡Nunca verás, amor de mi alma! 
¡Nunca epístola mía, entre tus dedos, en tu alma inferna!


25-02-15

 

Autor: Santos Castro Checa
Mallares – Perú

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